El hombre araña era granadino

David R. Jiménez Muriel
David R. Jiménez Muriel Historiador del Arte

 

José Puertollano nació en Granada en 1873. Pero cuando en 1890 se funda el circo más importante que tuvo la España del momento, el Circo Feijoo (que debe su nombre a su fundador, el gallego Manuel Feijoo-Salas) él no sabe aún que le cambiará la vida. En el Corpus de 1892, ese año donde la ciudad se preparaba para vivir el frustrado IV Centenario del Descubrimiento arriba el circo. El joven José Puertollano se presenta ante los circenses y les explica sus habilidades. Es capaz de andar a considerables alturas sin miedo alguno a las caídas. Acaba de nacer un mito de la España del primer tercio del siglo XX: nuestro paisano, será desde entonces, el REY DE LAS ALTURAS.

En el circo Feijóo conoció a la que con el tiempo se convertiría en su mujer, otra equilibrista sin temor alguno con la que hizo los dúos más sorprendentes de la España de la época. El circo arribó a Estepona (Málaga) y la función no pudo llevarse a cabo porque se había desatado un temporal sin precedentes. El fuerte viento amenazaba los tejados de la Iglesia Parroquial esteponera  y la veleta ya se había doblado. Probablemente el peso del hierro amenazara con derrumbar los tejados por lo que, José Puertollano se ofreció para desmontarla. Acababa de darse cuenta que podía usar su habilidad para algo más que el circo. Abandona la compañía, se queda a vivir entre Estepona y Cádiz, en la Línea de la Concepción nace su hijo Miguel y comienza un periplo, que le valdrá a él y a su familia un nuevo nombre: LOS ESCALA TORRES.

Años después los encontramos en Galicia. Alfonso XIII visita Santiago de Compostela el 25 de julio de 1909 para presentar la ofrenda al Apóstol e inaugurar la histórica Exposición Gallega celebrada aquel Año Santo. Al joven Rey le aguarda una sorpresa y en la plaza del Hospital (hoy del Obradoiro) observa atónito cómo el granadino José Puertollano, desde 85 metros de altura grita “MAJESTAD”. El rey, el presidente del Gobierno, Antonio Maura, y el alcalde compostelano Francisco Piñeiro vieron andar sobre la punta del pararrayos que corona la Torre del Reloj de la Catedral a nuestro paisano, que ascendió a escondidas para darse a conocer al Rey, ya que El Cabildo de la Catedral le había prohibido la subida; en todo lo alto de la Berenguela,  se presentó como “el escala torres granadino”. Para ello trepó de madrugada, se ató al pararrayos, durmió a pierna suelta y luego esperó la llegada del Rey.

Horas después de esta proeza el granadino Puertollano deseaba acercarse al Rey. No sin dificultades logró llegar a presencia regia y entregar al Rey un memorial con sus hazañas además de pedir la autorización de Alfonso XIII para escalar las torres de España. Desde ese momento, Puertollano logró su objetivo: ganarse la vida con sus ascensiones. El arzobispado compostelano lo contrata para pintar torres, enderezar pararrayos y mil menesteres más que lo tuvieron ocupado en Galicia hasta 1917 (ocho años). La familia creció y con ella las virtudes que los bautizarían como los HOMBRES ARAÑA. Así reza en la prensa de 1911.

Al ser más económico que un andamio y provocar un divertimento popular sin precedentes, José Puertollano trabaja en las parroquias de Silleda, las basílicas de Mondoñedo, Orense y Lugo. En las fiestas de San Froilán de 1910 de la capital luguesa hizo el delirio. La prensa nacional se hace eco de él y  tiene repercusión nacional cuando asciende a la Parroquial de El Grove a realizar su trabajo.  Las chimeneas industriales de Vigo y La Coruña lo conocieron bien hasta que la popularidad lo lleva a incluir en sus demostraciones a sus hijos Miguel y Gloria. Al principio realizando acrobacias en los intermedios de las proyecciones de cine. En marzo de 1912 en Noya (La Coruña) fallece su esposa y el hombre araña, que ya es conocido como tal, continúa en Galicia hasta 1918.

150.000 personas observaron atónitos en Oporto su ascenso a la Torre de los Clérigos.

Un año antes, en 1917 decide exhibir sus dotes en Portugal, de donde fue expulsado tras ser acusado de espionaje. La Frágil primera república portuguesa creyó que Puertollano era un espía al servicio de Alemania. Estamos en el transcurso de la I Guerra Mundial y nuestros vecinos son aliados ingleses  por lo que cuando nuestro paisano José decide aceptar la propuesta de Raúl de Caldevilla, escalar la Torre de los Clérigos en Oporto, para promocionar la marca de galletas «Petit beurre Invicta».  Cuando Puertollano y su hijo Miguel llegaron a la parte superior de la torre, tomaron té y comieron galletas a la vez que arrojaban folletos sobre las cerca de 150.000 personas allí congregadas para ser testigos de un acontecimiento tan inusual como sorprendente como demuestra el video de la web del Museo de Cine «Cinemateca Portuguesa». Al comienzo de la cinta se observa, cómo Raúl de Caldevilla les da un cheque a nuestros acróbatas granadinos.  Con aquellas imágenes Caldevilla Film grabó un spot publicitario titulado «Un té en las nubes». El 25 de noviembre de ese mismo año se repetiría el espectáculo en la capital portuguesa con la escalada a la Basílica de la Estrella.

Pero otros ascensos pusieron nerviosos a los lusos y acabaron por pedirle a los Puertollano que dejaran el país vecino. Esas dotes sorprendentes lo llevan en 1918 a ferias aragonesas. El principal reclamo será el Pilar, sin olvidarse de Borja y otras. Al parecer en Cervera del Río Alhama (La Rioja) vivía su hija Gloria que es rescatada para la primera actuación de los tres. Padre e hijos comienzan su periplo aragonés que no terminará nunca.

Periódicos de media España hablan ya del Hombre Araña. Otras veces el titular lo bautiza como el Rey de las Alturas y  no falta el de “escala torres”. En estas su hijo Miguel se está haciendo con un hueco en los arriesgados espectáculos familiares. No en balde, con apenas tres meses de edad escaló su primera torre en brazos del progenitor. La familia Puertollano es anunciada para la Fiesta del Pilar de 1922. Los pasquines convocan a los zaragozanos al espectáculo de los hombres araña.

Antes de subir a la Torre de los Clérigos

A día de hoy, los Puertollano, descendientes del granadino, patriarca y fundador de los reyes de las alturas, siguen viviendo en Aragón. Su bisnieto lo hace en Zaragoza y sus nietos Aurora, Gloria, Encarna y Carola Puertollano Jarque nacieron en la ciudad del Pilar. Aurora continuó con la saga circense demostrando habilidades heredadas. Pero lo importante: cuando el 10 de agosto de 1962 Stan Lee y Steve Ditko crean a Spider Man, hay un antecedente. El nombre de HOMBRE ARAÑA nació en España. Incluso un alemán en 1931, Herman Becker, ofrecía espectáculos, ascensos y escaladas como las de Puertollano, pero 20 años antes la prensa española lo había bautizado. De modo que un granadino, se convertía en el primer HOMBRE ARAÑA DEL MUNDO.